Jagged: El polémico documental sobre Alanis Morissette

HBO estrenó un film basado en el éxito de la cantante canadiense, el cual fue duramente criticado por la propia Alanis.

Por Gus Marto

Cuando Alanis Nadine Morissette irrumpió con la fuerza de un tornado en la escena musical en 1995, con la desgarradora declaración de ira que fue su singleYou Oughta Know”, nadie parecía estar preparado para escuchar a una mujer siendo tan honesta, abierta y explícita respecto a sus sentimientos luego de haber sufrido un desplante amoroso. Sin embargo, el mundo entero se rindió ante esta joven de tan sólo 20 años y a partir de allí no sólo la vida de Alanis cambiaría para siempre, sino también el rol de las mujeres en la industria, inspirando a toda una generación de chicas que ya no se quedarían calladas.

Sobre esto, y algunos temas más, trata el documental  “Jagged”, una nueva entrega de la serie Music Box, recientemente estrenado por la plataforma HBO Max. El film, dirigido por la realizadora Alison Klayman, se centra en el éxito alcanzado por la artista, oriunda de Ottawa, a partir de la publicación de su primer álbum internacional Jagged Little Pill (1995), y aborda su meteórico ascenso a la fama como estrella pop adolescente con sus dos primeros discos, editados únicamente en Canadá, y las complicaciones a nivel personal que tanta exposición le trajeron al ser una joven sola en un mundo de adultos.

El documental cuenta con el testimonio de la propia Morissette, quien no quedó conforme con el resultado y se negó a acudir al estreno ya que, según sus declaraciones, retrata su vida de manera “reduccionista y salaz”. La cantante sintió al ver la versión final del film, que muchos testimonios fueron editados y lo que se retrata no es la verdadera historia que ella accedió a contar. En particular, por la controversia que se generó en torno a sus declaraciones sobre encuentros sexuales que vivió en su adolescencia y que ella hoy, desde una perspectiva adulta, califica de estupro: “Me llevó años de terapia poder admitir que a los 15 una no está dando su consentimiento”, declaró y agregó:  “Simplemente son todos pedófilos”, para referirse a esos adultos que eran parte de su séquito de productores, ejecutivos discográficos y colaboradores

Alanis Morissette, que comenzó en el medio a los 10 años, como figura del elenco del programa juvenil canadiense “You Can’t Do That on Television”, cuenta también que al cumplir 15 años muchos adultos a su alrededor creían haber conseguido una especie de “pase libre” para intentar tener algo con ella, ya que hasta antes de esa edad sólo habían sido insinuaciones. Más allá de sus declaraciones, la compositora de “Hand In My Pocket” no da detalles sobre quiénes fueron los protagonistas de estos hechos.

Con dolor, Alanis se confiesa en el documental acerca de sus vivencias como estrella juvenil, teniendo que pasar tiempo lejos de sus padres, y aunque no los responsabiliza, se lamenta acerca de no haber recibido más protección de su parte durante este período. También narra las miserias de ser una chica en un mundo de hombres, de tener que estar siempre en forma y cuidar su peso (cuenta cómo salía a cenar con su equipo mientras estaban de gira y a ella sólo se le permitía beber café en lugar de ordenar comida) y de cómo eso le provocó un desorden alimenticio con el que, asegura, lleva peleando toda su vida

La también productora fue víctima de los embates de la fama, el éxito repentino y el tener que cumplir con las expectativas de una industria muy cambiante, que tras el éxito de su álbum debut Alanis (1991), el cual le valió un disco de oro y un premio Juno (el equivalente canadiense al Grammy), lanzó su segundo álbum Now Is The Time (1992), el cual no obtuvo el éxito esperado y su discográfica simplemente se deshizo de ella. 

Con la idea de hacer borrón y cuenta nueva, la artista se mudó sola a Los Ángeles en 1994 y comenzó un viaje introspectivo que daría como resultado una serie de canciones confesionales y brutalmente honestas que plasmaron su dolor y narraban de manera muy personal sus experiencias vividas y el pasaje de la adolescencia a su juventud.

Fue en este período que conoció al músico y productor Glenn Ballard, quien quedó fascinado con los temas que la joven le presentó, tuvieron una conexión musical inmediata y comenzaron a componer y dar forma a lo que finalmente sería el disco que la consagraría como la cantante más importante de su generación.

Jagged Little Pill se grabó de manera independiente en sesiones en las que, según el propio Ballard recuerda, Morissette hacía una sola toma y en muchas canciones la voz de los demos acabó siendo utilizada en las versiones finales.

Cuando el álbum estuvo listo, la compositora de “Head Over Feet” volvió a enfrentar el rechazo, ya que en aquellos tiempos las mujeres no dominaban el mercado musical. Las artistas de moda tenían un fuerte componente visual y una estética diseñada para atraer, y ella no tenía ningún interés en vender su música de la misma manera en la que lo había hecho en el pasado: a través de su imagen. 

Alanis Morissette había escrito Jagged Little Pill desde un lugar muy puro y honesto y no quería jugar el juego de la “estrella pop” de nuevo. Inicialmente, las compañías discográficas más importantes no mostraron interés en su música y no sabían cómo promocionar a una chica de 19 años que no pretendía ser  “sexy”, hasta que el disco llegó a oídos de Guy Oseary, A&R de Maverick Records, (el sello dirigido por Madonna y subsidiado por Warner Bros) que al escuchar a la cantante supo reconocer inmediatamente su talento y el potencial de los temas que había escrito: “Escuché una sola canción y fue suficiente”, cuenta Oseary en el film, por lo tanto, decidieron firmar un contrato con ella.

Jagged Little Pill salió a la venta en junio de 1995 y rápidamente se convirtió en un éxito, en parte gracias a su primer single “You Oughta Know” y a lo explícito de sus versos. En el tema Morissette confronta con dureza a un ex novio que la deja por otra haciéndole saber que lo que él le hizo, lo perseguirá de por vida. Era toda una novedad escuchar a una chica enojada en una cruzada contra los hombres e inmediatamente la compositora se ganó el título de “Reina de la Ira”. Más allá de que ella tuvo que explicar que la escribió como catarsis, impenitente, siguió adelante sin dar demasiadas explicaciones.

Esto hizo que tanto mujeres como hombres sintieran una fuerte conexión con esta chica que ocultaba gran parte del tiempo su rostro detrás de un montón de cabello que caía sobre sus hombros, que tocaba la armónica y que cada vez que se subía a un escenario dominaba al público con su potente voz y sus increíbles letras. Los críticos musicales, que inicialmente habían tenido cierta mirada misógina hacia Alanis, acabaron reconociendo que estaban en presencia de una talentosa joven mujer que estaba cambiando el paradigma de lo que las chicas “podían o debían” decir a través de su música.

El éxito de la cantante impulsó un fenómeno que suele suceder cuando algo funciona: las discográficas querían encontrar a “la nueva Alanis Morissette”. Sin embargo, esto tuvo un resultado positivo ya que las estaciones radiales vieron el potencial de las mujeres en la música y comenzaron a desterrar las ridículas reglas que ejercían las emisoras de no pasar dos canciones de artistas femeninas consecutivas. 

Así fue como las radios se llenaron de música de chicas como Fiona Apple, Joan Osborne, Shirley Mason al frente de Garbage, Gwen Stefani al frente de No Doubt, Paula Cole, entre muchas otras, quienes también contaban sus historias de manera personal y sin ningún miedo a ser juzgadas acerca de cómo se expresaban, debido en gran parte, al éxito de Jagged Little Pill. Al año siguiente, el disco fue reconocido con cuatro premios Grammy, incluyendo Álbum del Añovendió más 30 millones de copias a nivel mundial, convirtiéndose en el disco de una artista femenina más vendido en la historia, hasta ese momento.    

Respecto al documental, Morissette confesó recientemente en una entrevista con The Hollywood Reporter que accedió a participar del mismo porque se encontraba en un momento de mucha vulnerabilidad (la compositora atravesaba su tercera depresión posparto durante el confinamiento de 2020) y según ella, el eje principal de la película debía ser el 25° aniversario de su obra maestra. La misma tiene su propio musical en Broadway que está basado en las historias de los temas del álbum y lleva más de dos años en cartel con enorme éxito

“Lamento el rumbo que la directora decidió darle a la película, su agenda lasciva es evidente”, declaró Alanis luego de ver el film, y es por eso que decidió no participar en ninguna acción promocional para difundirlo, y agregó: “Si bien hay belleza y algunos elementos de precisión, es mi historia y no apoyaré la versión reductiva de otra persona”.

Por su parte la directora, Alyson Kleyman, lamentó la decisión de la artista y reconoce que: “Es muy difícil ver una película sobre uno mismo”, y le agradeció a Alanis Morissette todo el tiempo y esfuerzo que le dedicó al documental que además, según Kleyman, es una historia que habla por sí sola.

Por su lado, la cantante de 47 años continúa con los proyectos referidos a su obra maestra y junto a Diablo Cody, creadora del musical de Jagged Little Pill, planea lanzar una novela el 26 de abril del 2022, que profundiza en los personajes. De esta manera, su disco seguirá inspirando a las nuevas generaciones sin dudas.

Pueden reservar el libro por este medio: https://www.abramsbooks.com/product/untitled-broadway-ya-novel_9781419757983/

Sara Fernández

Periodista e investigadora cultural

https://www.instagram.com/sarolaok/
Anterior
Anterior

“Marry Me”: la comedia romántica de J-Lo y Maluma

Siguiente
Siguiente

Lemonade, el refresco de Beyoncé que sigue quitando la sed