Ana Scannapieco: “Hacer teatro independiente es ir contra la corriente”
La actriz argentina protagoniza la obra “El amante de los caballos” y la presenta en Barcelona hasta el 22 de diciembre.
Por Sara Fernández
En 1997 se publicó “El amante de los caballos”, un libro de 12 cuentos de la estadounidense Tess Gallagher. Más de 15 años más tarde, en Buenos Aires (Argentina) se estrenó la obra basada en sus relatos y fue protagonizada por la actriz Ana Scannapieco.
La trama es la siguiente: Una mujer atraviesa la enfermedad y la muerte de su padre. Mientras recuerda su historia y la de su familia, intenta reconstruir el hilo que le une a sus antepasados, ese mundo de los bailarines y los borrachos, de los jugadores y amantes de los caballos.
A través de su relato -lleno de recuerdos, imágenes y episodios enigmáticos de la vida de su abuelo, su padre y ella misma- va descubriendo una forma íntima y particular de despedirse del padre. Y por último, de encontrarse a sí misma.
“El amante de los caballos” se presenta por tercera vez en Barcelona hasta el 22 de diciembre en La Badabadoc Teatre y nos comunicamos con Scannapieco, para profundizar más sobre su experiencia protagonizando esta obra.
Ana Scannapieco protagoniza “El amante de los caballos” desde 2015. Ph: Ariel González Amer
–Hace 10 años que llevás a cabo “El amante de los caballos”, ¿qué significa para vos hoy en día seguir protagonizándola?
Ana Scannapieco– Esta obra para mí es una reivindicación de principios. En un mundo que cada vez más se alinea con una lógica productiva y terrenal, "El amante de los caballos" me permite conectarme y contar la importancia de los vínculos, que en muchos casos no se pueden razonar. También es una apuesta a jugarnos por esas pasiones que nos mueven y que muchas veces son difíciles de explicar. Significa amigarme con lo que para los demás es ilógico o "anormal" y celebrar esa autenticidad. Muchas veces haciendo teatro independiente siento que voy contra la corriente. Esta obra celebra el priorizar hacer lo que a uno le apasiona sin más, permitirse vivir los momentos desde lo que uno siente y no desde lo que uno "debería hacer". Significa para mí despojarme de esa presión del dinero, de esos mandatos de "lo normal" y hacer el propio camino. Por eso, aunque la hago hace muchos años, siempre lo resignifico desde mi presente.
–¿Te sentís identificada con tu personaje?
A.S.– Me siento identificada en tratar de elegir siempre desde el corazón y no desde la cabeza. El personaje va descubriendo eso a lo largo de la obra y en eso sí me siento identificada. También creo que nos pasa a muchos esto que se relata en la obra: comprender esos personajes de la familia que fueron tildados como "ovejas negras" o "locos" y que en realidad nos enseñan a animarnos y arrojarnos a eso que nos mueve y apasiona, sin responder a los mandatos sociales.
–Es la tercera vez que presentás "El amante de los caballos" en Barcelona. ¿cómo sentís la recepción del público?
A.S.– Siempre que venimos a Barcelona encontramos un puente mágico de conexión a partir del material. La obra está contextualizada en Argentina, tiene como música el chamamé, hay muchas referencias locales. Sin embargo, cada vez que venimos, se genera una comunión con el público y una identificación muy hermosa. Incluso a veces si se quedan después de la función, podemos compartir todo lo que nos moviliza.
Las herencias familiares, los vínculos con nuestros padres, la conexión con la naturaleza, la magia cotidiana cuando uno está disponible... Esas cosas nos atraviesan aquí y allí.
–También estarás dando un taller de actuación hasta el 21 de diciembre. ¿Podés contar algo sobre cómo será?
A.S.– Estoy muy contenta de poder compartir este taller que se va a basar en tres ejes, que para mí son fundamentales para estar en el escenario: el hacer, el imaginar y el creer.
Teóricamente suena muy lindo, pero en el taller intentamos entender con el cuerpo qué es creer en las imágenes propias que aparecen en el presente de una acción, poder alimentar esas imágenes y que me lleven a ocuparme en escena. Entrar en el juego no desde "la actuación " sino desde la absorción de todas las cosas que suceden cuando uno está disponible. Construir ficción desde ahí, con esa verdad, para empezar a construir esos universos que se empiezan a despegar de la realidad y toman su propio curso.
Ph: Ariel González Amer
Podés sacar tus entradas para ver “El amante de los caballos” por este medio: